En el Edificio Quinta Estrella, en el mágico Piso 16, vivía una peculiar familia: los Gracielos. Estaban encantados con su apartamento, que tenía una vista panorámica tan impresionante que, a veces, parecía que vivían en las nubes. Un día, mientras la familia Gracielo disfrutaba de su sala de estar, su pequeño hijo, Risa, tuvo una brillante idea. "¡Vamos a transformar el balcón en una pista de baile!", exclamó con entusiasmo. Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a planear su gran proyecto. Mientras tanto, la madre, Gloria, decidió que la biblioteca sería un lugar perfecto para un club de comedia improvisado. Invitó a sus amigos y vecinos a una noche llena de risas y chistes. La noticia se corrió rápidamente y la función de comedia se convirtió en el evento más popular del edificio. A pesar de estos divertidos desafíos, la familia Gracielo se sentía afortunada de vivir en el Edificio Quinta Estrella. Celebraban su singularidad y disfrutaban cada momento en su hogar con vista a la ciudad. Eran una familia que siempre encontraba la forma de convertir cada día en una aventura graciosa y llena de amor. Y así, la Quinta Estrella se convirtió en un lugar donde la risa y la alegría eran la verdadera joya del edificio.
